Para la gente del norte de Tenerife, y para los que somos de La Orotava. El Teide, con su imagen, colosal, sobresaliendo majestuosamente, de la línea del cielo, de la isla. Siempre arriba, siempre, ahí, El padre Teide. Su imagen, su presencia, nos ha acompañado siempre. Estando, allá en lo alto. Cuando,éramos niños, y preguntábamos a nuestras madres, que era aquello tan grande. Cuando llovía, mirábamos cuando despejaba, para buscar el blanco de las primeras nieves del invierno.
Cuando no está porque nos hemos ido, a otro país. Y lo evocamos en el recuerdo. Como la verdadera bandera de nuestra patria. Un Teide, sobre las nubes y el océano rugiente y azul. Y es cuando volvemos, lo que primero buscamos desde la ventanilla del avión. y seguramente, lo último que vieron de la isla, los que se marcharon para para siempre.
Hijo ese es el Teide, el padre Teide.
Víctor Camejo